miércoles, 21 de noviembre de 2018

NEOFEUDALISMO A LAS PUERTAS

Nada va a cambiar si el pueblo no lo cambia. La expresión “Nada va a cambiar” se la he escuchado a más de uno de las cloacas del estado como dogma de fe y algo de resignación y como llega a mi nariz el hedor de sus cloacas, me animo a escribir de nuevo y contar algunas cosas en clave española, que no cornariana.

Esto lo escribo, porque he leído con sumo interés el supuesto ridículo que perpetró Letizia ante una serie de personajes relevantes ante las declaraciones de un ponente que hablaba que en Europa iba a haber unos cambios y Letizia debió darle un síncope.

Letizia intentó cambiar algunas cosas al principio cuando se convirtió en princesa de Asturias: hacer una monarquía progre a su imagen y semejanza porque pensaba que se convertiría en la heroína del pueblo español al venir de abajo.

Cuando Letizia dijo a ese ponente que nada va a cambiar en España, lo dijo en base a su experiencia, su fracaso personal de haberlo intentarlo en repetidas ocasiones, de toparse con una clase infame dirigente corrupta y autoritaria que se siente como pez en el agua

Digamos que Letizia es de esas personas que cuando estaba abajo, quería cambiar el mundo. Cuando fue ascendiendo quería cambiar algunas cosas y ahora que está en lo más alto no quiere cambiar nada.

Estoy seguro que Letizia cuando escuchó la palabra cambio en la boca de ese ponente, pensó que dicho cambio era sinónimo de abolición de la monarquía y, después de la muerte de su hermana y tragar un montón de mierda en su palacio, no está por la labor. Ignoro si la anestesia de “compra más” que lo pagan todos los españoles, ya le funciona.

A mí uno me contó que ya no le chutan haloperidol, ya lo dijo El Elefanticida con cierto sarcasmo: llegó a decir: “Letizia parece más feliz ahora que antes”. Y dentro de su amargura vital, me consta que es así. Si te saca de quicio lo que se escribe en el foro cotilleando.com siempre le puedes compras una escopeta de caza Purdey por más de 70.000€ a tu marido y reírte en la cara del pueblo español.

El negocio familiar de los Borbones es hereditario y aunque ya no es lo que era, el futuro de sus hijas, bueno, las hijas de su difunta hermana Erika, estaría en peligro.

Hay una casta económica que controla el poder político para maximizar beneficios y socializar pérdidas cuando haga falta. Los contratos multimillonarios o las malas prácticas que cuando salen mal, las pagan los españolitos currantes con sus impuestos. Un modelo de estado que ha ido degenerando. Puedo decir abiertamente que, España no es un país con economía capitalista o de libre mercado. Es un país neofeudal en el que las nuevas generaciones de las clases populares tendrán una peor sanidad, un peor sistema educativo, peores salarios, ridículas pensiones, etc y el que quiera cambiarlo o quiera separarse tendrá que enfrentarse a sus fuerzas armadas.

Para entender como funciona el estado español, es recomendable leer el libro de “El sistema” escrito por el financiero Mario Conde en el que explica que un monopolio conservador y ortodoxo controla el país con mano de hierro.

Mario Conde: El Sistema está controlado por un poder absolutista, conservador y ortodoxo en España